MOVIMIENTOS PERSONALIZADOS SWISS MADE

swiss made movement gold Eta 2893-2

Personalizamos los componentes de los movimientos inspirándonos en las formas y colores de tu marca.

El encanto de un reloj no reside sólo en su estética, sino que reside en el movimiento y la complejidad de sus mecanismos que logran transformar admirablemente la energía cinética de la muñeca que lo porta en energía potencial elástica de un resorte. Esta, así comprimida, se convierte en la "batería" capaz de mover los mecanismos de nuestro reloj.

En Intermedia Time podemos darle vida a tu movimiento personalizado. Somos capaces de modificar los componentes de los movimientos disponibles, tanto mediante técnicas de baño de rodio para colorear los componentes estructurales del movimiento, como creando rotores inspirados en el diseño de su marca.

Con grabados a láser en el rotor y en otras partes del reloj podremos obtener un producto personalizado y exclusivo, de series limitadas y de gran impacto.

El motivo decorativo clásico más aplicado en los movimientos mecánicos son las “Côtes de Genève”. Nació alrededor de los años 1920, en el cantón francés de Suiza y todavía se utiliza mucho en relojes de pulsera. Este es un proceso que se realiza manualmente o mediante control numérico. Gracias al movimiento de traslación y, al mismo tiempo, giratorio del cortador, se crean bandas finamente cepilladas con un diseño semicircular, capaces de transmitir un refinado efecto "onda" que capta y refleja la luz.

La técnica de granulación consiste, en cambio, en trabajar la superficie del componente de un reloj con cepillos abrasivos que, en su movimiento curvilíneo, dibujan un maravilloso patrón de estrías muy pequeñas. Un ejemplo es la granulación circular o Circular-graining, también conocida como punteado, manchado o rebordear y consiste en pequeños círculos dibujados en los componentes del movimiento. Inicialmente la finalidad de este proceso no era estética, de hecho se descubrió que estas incisiones, realizadas en toda la superficie, eran capaces de capturar pequeños fragmentos de polvo, salvaguardando el componente mecánico del movimiento del reloj. Hoy en día, con el uso de salas blancas y controles de calidad, estas ranuras concéntricas e igualmente superpuestas adquieren un valor puramente estético y no cubren zonas sensibles de movimiento. Por este motivo, las zonas más trabajadas con esta técnica son la esfera del reloj y la platina. También hay áreas más sensibles que están cubiertas pero aplicadas en procesos artesanales.

La técnica del "penning" consiste en un pulido con chorro de arena de los componentes de los movimientos mecánicos del reloj mediante pequeñas esferas, normalmente de metal. Estos se mueven a muy alta velocidad y al golpear el componente dejan una decoración. La fuerza con la que se mueven estas esferas y sus dimensiones determinan la formación de cavidades en la superficie de los componentes tratados, que serán más o menos opacas en función de la profundidad, cantidad y proximidad de estas huellas.

El término "biselado", normalmente a 45°, indica el proceso hecho a algunos componentes del movimiento mecánico del reloj con el objetivo de eliminar los bordes afilados. Creado para proteger las manos de los artesanos relojeros y realizado manualmente, pronto se convirtió en una técnica decorativa muy apreciada. Hoy en día, la mayoría de los biseles se fabrican mediante moldeo o en centros de control numérico, a excepción de los relojes especialmente valiosos, para los que todavía se fabrican a mano o por artesanos.

El pulido, que puede ser principalmente espejo o negro, es una técnica de acabado especialmente difícil y que requiere mucho tiempo. De hecho, se requiere una superficie del reloj perfectamente plana, sin imperfecciones y con un ángulo de reflexión igual en todas sus partes. Su función principal es decorativa, ya que después de raspar la superficie con diversas pastas de diamante, el componente aparece perfectamente brillante o negro, si se observa desde un ángulo determinado.

La técnica del pavonado se utiliza para tornillos y componentes similares, con el fin de hacerlos no sólo bonitos a la vista sino también más resistentes y duros. El tratamiento requiere colocar el componente a terminar sobre una llama a una temperatura entre 290° y 310°C, según el tono que se desee obtener.

Por último, la incrustación puede servir para colocar información sobre el producto o la propia marca sobre una superficie, pero también puede elegirse como opción decorativa o diseñarse para personalizar el reloj con verdaderas obras de arte, como ocurre, por ejemplo, con la inclusión de elegantes motivos florales que caracterizan relojes exclusivos.

Solicita tu movimiento personalizado